La importancia de la ciberseguridad en el sistema financiero Ecuatoriano 

En el Ecuador, cada minuto del día se realizan cerca de 2.000 transacciones a través de todos los canales bancarios disponibles, es decir, se llega aproximadamente a 1 billón de transacciones al año. Una de las razones principales para que nuestro país potencie el uso de estos canales fue la pandemia, y de ahí que cerca del 60% de las transacciones en Ecuador son por medio de canales digitales y el 40% de la población aún mantiene como principal medio de pago el dinero en efectivo para comprar. 

Según el último Índice Global de Ciberseguridad de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, Ecuador se encuentra en el puesto 119 de 182 países en vulnerabilidad por ataques cibernéticos; para tener una idea, en el año 2022 Ecuador tuvo 84 intentos de infección por virus cada minuto, eso nos llevó a ser colocados como el cuarto país en el ranking según un estudio, donde Brasil ocupa el primero, le siguen México y Perú. 

Sin embargo, a nuestra alta vulnerabilidad, los reclamos no llegan ni al 1% de la cantidad de transaccionalidad digital que existe en nuestro país, es así que en el año 2022 se presentaron alrededor de 2.500 reclamos. El sistema financiero ha logrado reducir el impacto de alguna manera, pero no podemos estar tranquilos, pues, no estamos al nivel necesario de acuerdo a la vulnerabilidad que tiene nuestro el país. 

El aumento de los índices de violencia y de ataques informáticos ha llevado a bancos y cooperativas a invertir más en protección de canales digitales y en ciberseguridad, pues la realidad es que el costo global de los ataques que ha sufrido el Sistema Financiero Latinoamericano haya alcanzado los 6 billones de dólares, y se espera que para el 2025 puedan llegar a ser 10,5 billones (Fuente: Primicias). 

Se cree que los ciberataques en Latinoamérica seguirán en aumento y probablemente el ransomware, por sus beneficios económicos, se mantenga en el top. En Ecuador, el ransomware es el que más se usa para atacar a las entidades. 

Ahora bien, tenemos que ser conscientes de que este tipo de afectación genera un daño reputacional al sistema, no solo al banco o cooperativa involucrada, de ahí la responsabilidad de trabajar en la prevención y educación a la sociedad al respecto de este tipo de riesgo. 

Según Guillermo Poveda, presidente del Comité de Innovación Financiera del Clúster Financiero del Ecuador, todos los actores del sistema financiero están invirtiendo en tecnología de punta, revisando procesos, políticas y controles para garantizar que todos los temas de ciberdelitos se minimicen al máximo. 

Según Martha Leuro, VP consultoría y transformación – Plus Technologies & Innovations, por cada dólar defraudado a un cliente, la institución financiera realmente pierde $3,68. 

Basándonos en lo mencionado, nosotros como ciudadanos y usuarios, debemos considerar algunos aspectos importantes como son: 

  • En caso de cambiar de celular o correo electrónico, debemos informar a la entidad financiera, para que redirija las notificaciones 
  • Confirmar el enlace del sitio web de la entidad financiera antes de ingresar.  
  • Descargar las aplicaciones móviles de bancos o cooperativas de tiendas o páginas oficiales.  
  • Instalar antivirus con licencia en los equipos con los que realizamos operaciones financieras. 
  • No abrir ni responder correos electrónicos o comunicaciones que soliciten información personal. 

Como Empresas, debemos tener en cuenta lo siguiente: 

  • Una de las maneras de prevención de fraudes es el uso y desarrollo de la inteligencia artificial, hay que introducirse en esto.  
  • La implementación de la Ley de protección de los datos personales, va a aportar en la disminución del riesgo. 

El estar informados y preparados por lo menos en el conocimiento de cuáles son los ataques más comunes que ocurren en Ecuador, para no dejarnos sorprender es una responsabilidad que debemos asumirla personalmente, por eso hay que tener mucho cuidado, especialmente con el Phishing que consiste en engañar a las personas, mediante un correo electrónico falso, para que compartan información personal como contraseñas, número de tarjetas, número de cuentas bancarias, entre otra información personal sensible. 

Hay que resaltar que el sistema financiero está invirtiendo en inteligencia artificial, machine learning y en nuevos modelos para analizar el riesgo y proteger a sus clientes contra el fraude electrónico, pero aunque el sistema financiero está acelerando el paso, se necesita normativa moderna que se adapte al avance tecnológico y a las dinámicas del ciberdelito, porque, por otro lado, los ciberdelincuentes al saber que el retorno de sus delitos puede ser muy alto y rentable, invierten en tecnología y contratan perfiles de altísimo nivel, tanto así que actualmente tenemos a actores de las mafias internacionales utilizando a los cerebros más brillantes en ciberdelito. 

Giovanni Robby A. 
E&A Broker’s